Monterrey y Tamaulipas (NBG).- Las lluvias más fuertes ocurridas en Nuevo León en los últimos tiempos colapsaron la zona metropolitana de su capital, Monterrey, donde se reportaron inundaciones en las partes bajas ocasionadas por el paso de la tormenta tropical Alex.
Ante los daños, el gobernador Rodrigo Medina dijo ya haber tenido comunicación con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a quien solicitó acelerar los trámites para declarar el estado como zona de desastre.
Para el cierre de esta edición, la entidad había captado más de 432 milímetros de agua y se esperaban al menos otros 100 durante la noche, toda vez que la lluvia intensa no cesaba.
Oficialmente se contabilizan siete muertos. Con esto, Alex superó por un amplio margen la captación del meteoro Gilberto que azotó esta región en 1988, referente obligado para los habitantes del estado que en las zonas más críticas de su trayectoria por Nuevo León registró 300 milímetros de agua.
Esto provocó que el río Santa Catarina, que atraviesa toda la zona metropolitana, luciera a su máxima capacidad, cubriendo completamente los puentes Corregidora y Santa Bárbara, en el municipio de San Pedro. El caudal arrasó con autos, postes y árboles.
Para las 7 de la noche, el afluente se desbordó destrozando un tramo de aproximadamente medio kilómetro de la avenida Constitución, eje principal de esta ciudad, y de Ignacio Morones Prieto, que corren paralelas al río.
Casi al mismo tiempo, la constante precipitación provocó que se desbordara el río La Silla, que va desde el sur de Monterrey hasta el municipio de Guadalupe, dejando aisladas colonias como Villa de las Fuentes y Rincón de la Primavera.
En algunos casos tuvieron que entrar elementos de Seguridad Pública del estado, Protección Civil y de la Secretaría de la Defensa Nacional a rescatar vecinos que permanecían en los techos de sus casas o en las segundas plantas ante el riesgo de una crecida en el nivel del río.
Por ello, la Secretaría de la Defensa Nacional aplicó el plan DN-III para auxiliar a la población civil, por los daños en Nuevo León y Tamaulipas.
La Sedena desplegó más de 800 efectivos y en coordinación con autoridades locales y federales han desalojado a 4 mil 109 personas de las zonas costeras de San Fernando y Soto La Marina, así como en la ciudad de Matamoros, en Tamaulipas.
Hasta el momento, 4 mil personas fueron trasladadas a refugios temporales para que se les proporcione resguardo, alimentación y atención médica.
En el sector del Realito, ubicado dentro del cauce del río La Silla, en los límites de Guadalupe y Monterrey, la corriente se llevó aproximadamente 10 casas de material, sin que hasta el cierre de la edición se reportaran pérdidas humanas en esta zona.
Por la noche, la carretera y autopista de cuota Monterrey–Saltillo permanecían cerradas, la primera por el desplome de un puente y la segunda por deslaves, así como otras cinco.
De igual manera, las inundaciones mantenían cerrada la Carretera Nacional a la altura de la comunidad de El Uro, donde una ambulancia que acudía a una llamada de auxilio desapareció por la noche.
En estos puntos, autobuses y camiones de carga procedentes de ciudades como Guadalajara, San Luis, Guanajuato y de la Ciudad de México permanecían varados, principalmente en la carretera libre a Saltillo.
Ante los daños, el gobernador Rodrigo Medina dijo ya haber tenido comunicación con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a quien solicitó acelerar los trámites para declarar el estado como zona de desastre.
Para el cierre de esta edición, la entidad había captado más de 432 milímetros de agua y se esperaban al menos otros 100 durante la noche, toda vez que la lluvia intensa no cesaba.
Oficialmente se contabilizan siete muertos. Con esto, Alex superó por un amplio margen la captación del meteoro Gilberto que azotó esta región en 1988, referente obligado para los habitantes del estado que en las zonas más críticas de su trayectoria por Nuevo León registró 300 milímetros de agua.
Esto provocó que el río Santa Catarina, que atraviesa toda la zona metropolitana, luciera a su máxima capacidad, cubriendo completamente los puentes Corregidora y Santa Bárbara, en el municipio de San Pedro. El caudal arrasó con autos, postes y árboles.
Para las 7 de la noche, el afluente se desbordó destrozando un tramo de aproximadamente medio kilómetro de la avenida Constitución, eje principal de esta ciudad, y de Ignacio Morones Prieto, que corren paralelas al río.
Casi al mismo tiempo, la constante precipitación provocó que se desbordara el río La Silla, que va desde el sur de Monterrey hasta el municipio de Guadalupe, dejando aisladas colonias como Villa de las Fuentes y Rincón de la Primavera.
En algunos casos tuvieron que entrar elementos de Seguridad Pública del estado, Protección Civil y de la Secretaría de la Defensa Nacional a rescatar vecinos que permanecían en los techos de sus casas o en las segundas plantas ante el riesgo de una crecida en el nivel del río.
Por ello, la Secretaría de la Defensa Nacional aplicó el plan DN-III para auxiliar a la población civil, por los daños en Nuevo León y Tamaulipas.
La Sedena desplegó más de 800 efectivos y en coordinación con autoridades locales y federales han desalojado a 4 mil 109 personas de las zonas costeras de San Fernando y Soto La Marina, así como en la ciudad de Matamoros, en Tamaulipas.
Hasta el momento, 4 mil personas fueron trasladadas a refugios temporales para que se les proporcione resguardo, alimentación y atención médica.
En el sector del Realito, ubicado dentro del cauce del río La Silla, en los límites de Guadalupe y Monterrey, la corriente se llevó aproximadamente 10 casas de material, sin que hasta el cierre de la edición se reportaran pérdidas humanas en esta zona.
Por la noche, la carretera y autopista de cuota Monterrey–Saltillo permanecían cerradas, la primera por el desplome de un puente y la segunda por deslaves, así como otras cinco.
De igual manera, las inundaciones mantenían cerrada la Carretera Nacional a la altura de la comunidad de El Uro, donde una ambulancia que acudía a una llamada de auxilio desapareció por la noche.
En estos puntos, autobuses y camiones de carga procedentes de ciudades como Guadalajara, San Luis, Guanajuato y de la Ciudad de México permanecían varados, principalmente en la carretera libre a Saltillo.
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