México, 15 Nov (NBG).- Siete personas, entre ellas cinco canadienses y dos trabajadores mexicanos, murieron, y 15 personas más resultaron heridas ayer al producirse una explosión, por acumulación de gas, en el área de restaurantes de un hotel del Caribe mexicano, informó una fuente oficial.
La Fiscalía de Quintana Roo indicó que entre los heridos hay siete canadienses, un estadounidense y seis trabajadores mexicanos del hotel Princess, en la Riviera Maya.
De acuerdo con datos proporcionados por el fiscal Francisco Alor, la explosión se originó, al parecer, por la acumulación de gas natural, pues la edificación afectada se construyó encima de manglares.
Reportes de personal de seguridad que acudió al hotel indicaron que no hubo fuego, y que las lesiones que presentan tanto las personas muertas como los heridos son producto del derrumbe de una estructura del centro hotelero.
El fiscal Alor descartó la posibilidad de que la explosión se haya debido a un atentado.
Inicialmente se dijo que habían muerto cuatro canadienses, pero una mujer de esa nacionalidad falleció cuando era atendida en un hospital privado de Playa del Carmen.
Se trata de la turista canadiense Marlene Ferguson, quien sufrió lesiones severas en un pulmón, al quedar debajo de los escombros.
El director de la Cruz Roja de Cancún, Ricardo Portugal Subieta, dio a conocer que fueron identificados los cuerpos de los otros cuatro canadienses: Paul Charmont Chistopher, de 51 años, y su hijo John Charmont, 9; Malcolm Johnson, 33, y Elguin Barron, de quien no se dieron más datos.
Los trabajadores muertos son Eduardo Flores Mora y Sergio Villegas Márquez, guardia de seguridad.
La explosión ocurrió en la planta baja de uno de aproximadamente 12 edificios que componen el conjunto hotelero Grand Riviera Princess, de 676 habitaciones, en Playa del Carmen, Quintana Roo, al sur de Cancún.
La detonación arrojó pedazos del suelo hasta la azotea del edificio y creó un cráter de un metro de profundidad en el interior. También hizo estallar ventanas y lanzó pedazos de pared y cristales a una distancia de 50 metros.
La zona afectada fue acordonada y unos 30 soldados vigilaban el hotel.
Alor, Portugal y otros funcionarios dijeron que las primeras investigaciones señalaban la posibilidad de que el gas que explotó debajo del edificio no fuera gas almacenado en un tanque, sino una combinación de gases generados por un pantano cercano y posiblemente la alcantarilla.
Agregaron que no había ductos de gas colocados en la zona donde ocurrió la explosión.
En el hotel estaba hospedado gran número de canadienses, incluidos los asistentes a una boda y miembros de una empresa que se encontraban de vacaciones.
Tras el fuerte estallido, los centenares de turistas corrían para todos lados con el fin de ponerse a salvo
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