Guatemala, 17 de diciembre (NBG).- Autoridades departamentales y del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) adelantarán este año el plan de prevención contra incendios forestales, debido a que temen que la temporada se adelante por el cambio climático.
La época de siniestros inicia normalmente en marzo; sin embargo, este año las autoridades temen que se adelante por los cambios bruscos que ha sufrido el clima y la falta de lluvia.
Eduardo De León, director regional del Conap, explicó que en el plan de contingencia se involucrarán diferentes instituciones y la sociedad civil, con el objetivo de evitar que las zonas boscosas sean afectadas por los siniestros.
“La prevención y control de incendios forestales es una tarea de todos, por ello invito a la población a que tome conciencia y evite hacer fogatas en los bosques”, añadió.
A criterio de De León, el mayor problema son las quemas agrícolas sin control y la extracción de miel, ya que los colmeneros queman los árboles para ahuyentar a las abejas. Por lo anterior, se trabajará especialmente con esos sectores.
Lamentó la falta de una institución que se encargue del control de siniestros, pues la delegación del Sistema Nacional de Prevención y Control de Incendios Forestales fue absorbida por la Conred, la cual desconoce ese tipo de trabajo.
En áreas protegidas
Las áreas protegidas —185 kilómetros cuadrados— son las más propensas a quemarse, debido a que muchos turistas hacen fogatas. También solicitó a los sacerdotes mayas que usan fuego en sus ceremonias, que lo hagan en forma controlada y verifiquen que las cenizas estén totalmente apagadas.
La primera reunión con los vecinos, líderes locales y autoridades participantes se efectuará durante los primeros días de enero próximo.
“La colaboración de la población es vital, ya que en la mayoría de casos los incendios ocurren en zonas donde la topografía dificulta el control de las llamas”, refirió el director.
Además les preocupa el cambio climático, ya que ha hecho que la maleza se seque con rapidez y se convierta en material combustible.
La temporada recién pasada se reportaron 27 incendios de grandes proporciones, los cuales destruyeron 77.44 hectáreas de bosque.
Las autoridades visualizan que si no actúan de inmediato el problema se incrementará en 2010, pues ya se han registrado los primeros siniestros.
Mynor Pérez, del Instituto Nacional de Bosques, dijo que para disminuir los daños a las áreas boscosas es necesario actuar con tiempo y darle participación a la ciudadanía, principalmente a la del área rural.
Paola López, vecina, aseguró que en el pueblo hay variedad de recursos naturales, los cuales se ponen en riesgo por los incendios que cada año se registran.
Consideró pertinente la creación de un plan de contingencia, que sea apoyado por las autoridades de Gobierno, tanto con personal como con recursos económicos para hacer un buen trabajo.PL
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