El fuego empezó a media tarde y fue causado al parecer por la explosión fortuita de un tanque de gas, según las primeras pesquisas de la Policía.
Los servicios de emergencia sacaron de entre los restos calcinados de las chabolas los cuerpos sin vida de dos pequeños de apenas uno y tres años de vida, que fallecieron por inhalación de humo.
La tercera víctima mortal es un voluntario que trabajó en las labores de rescate y falleció por el mismo motivo después de pasar la noche ingresado en el hospital.
Este tipo de sucesos son habituales en las áreas más humildes de Manila, donde un incendio pueden llegar a destruir en poco tiempo miles de cabañas de madera con techos de uralita construidas una junto a otra.
Decenas de personas pierden la vida caño año en estos fuegos puesto que las estrechas callejuelas dificultan la llegada de los bomberos y los materiales con los que están hechas las humildes casas son muy inflamables. EFE
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