Voluntarios de bomberos, personal de la Marina, miembros del Ejercito, Carabineros, Policía de Investigaciones y la Corporación Nacional de Fomento trabajan arduamente en la extinción de estos.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), dependiente del ministerio del Interior, aseguró que al menos un millar de voluntarios intentan detener el fuego que ya ha destruido también unas cuarenta viviendas.
El alcalde Valparaíso, Jorge Castro, dijo hoy a los periodistas que unas 500 personas han debido ser trasladadas a albergues mientras se combaten los incendios en terrenos muy escarpados.
La labor de los voluntarios está siendo apoyada por tres aviones y cinco helicópteros que de tanto y tanto lanzan miles de litros de agua sobre las llamas.
En tanto, el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, quién se traslado a la zona siniestrada para integrar "un comité de emergencia", afirmó a los periodistas que el balance es preocupante.
"Tener esta cantidad de incendios de manera simultánea y de gran extensión nos preocupa y nos obliga a destinar una buena parte de la capacidad operativa que tenemos en las diversas regiones", añadió Rosende.
Este sábado por la tarde, la bahía de Valparaíso se oscureció por completo debido al denso humo que causaron los incendios que obligó a cortar el tráfico en algunas pistas que llevan a la ciudad.
La Onemi decretó alerta en cinco municipios de la región de Valparaíso, situada a 120 kilómetros al oeste de Santiago, y alerta amarilla para otras nueve.
La policía ha detenido a unas cinco personas como presuntas autoras de los incendios, una de ellas con problemas psíquicos, y este lunes pasarán a los tribunales de justicia. EFE
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