Un bombero voluntario, traslada a un bebe de un asentamiento en la zona 18
Este es el agujero que se trago una casa en la zona 2
Un Bombero Municipal de la Antigua en San Pedro las Huertas, Sacatepéquez
Guatemala, 1 jun (NBG).- La tormenta tropical "Agatha", la primera que golpea con saña a Guatemala este año, le transformó en menos de dos días el rostro al país, con cientos de muertes y destrozos a la infraestructura y a miles de viviendas de los más desposeídos.
El presidente Álvaro Colom calificó hoy la situación en Guatemala como una "tragedia humana, social y económica" y llamó a la solidaridad nacional para iniciar la etapa de reconstrucción.
Los guatemaltecos ni siquiera se reponían del susto y la tragedia que provocó el pasado jueves la violenta erupción del volcán Pacaya, ubicado 50 kilómetros al sur de la capital, cuando "Agatha" se ensañó con esta nación centroamericana el pasado fin de semana.
El Pacaya causó la muerte de dos personas, entre ellos un periodista, destruyó al menos 100 viviendas, causó daños a otras 700, dejó unos 2.000 damnificados y cubrió con miles de toneladas de arena y ceniza volcánica un radio de 100 kilómetros a la redonda.
Tras el paso devastador de "Agatha", la primera tormenta de la temporada 2010, el panorama social de Guatemala ha sufrido grandes transformaciones.
En un sector del norte de la capital, las torrenciales lluvias causaron la apertura de un cráter de unos 20 metros de diámetro por 60 de profundidad en plena calle, que se tragó una vivienda de tres plantas en la que funcionaba una fábrica de ropa.
La zona ha sido declarada como de "alto riesgo" por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que ha evacuado del lugar a unos 300 habitantes, mientras que otras residencias están a punto de colapsar.
Decenas de laderas de colonias ubicadas en áreas periféricas del norte y sur la capital también se desmoronaron anegadas por el agua de lluvia y dejaron, bajo terraplenes, árboles y piedras, decenas de humildes viviendas habitadas en su mayoría por obreros y desempleados.
El caso de Gilberto Ramírez, de 24 años, es vivo reflejo de la tragedia: apenas hacía 15 días que se había trasladado a un asentamiento en el norte de la capital, donde rentaba una humilde casa junto a su esposa María Magdalena, de 20 años, y su hijo Ángel, de 2, cuando un alud de tierra se llevó la vivienda y su familia murió soterrada. Él quedó con las dos piernas fracturadas.
Lo mismo le ocurrió a la indígena kakchiquel Macaria González, de 73 años, quien perdió a once familiares cuando la furia de la tormenta provocó un deslizamiento que arrastró y soterró varias viviendas en la comunidad de Santa Apolonia, en el departamento de Chimaltenango, 110 kilómetros al oeste de la capital.
"Me quedé sola. Toda mi familia se murió", se lamentó González, quien se salvó de morir con sus parientes por no encontrase en su vivienda en el momento de la tragedia.
Hundimientos, deslizamientos de cerros y peñascos también causaron estragos en las carreteras, lo que ha derivado en millonarias pérdidas al comercio por no poder trasladarse los productos a puertos, aeropuertos o centros de distribución.
Según la evaluación preliminar del Ministerio de Comunicaciones, hay decenas de comunidades aisladas por haber colapsado totalmente al menos 18 puentes, sin que las autoridades hayan podido llegar a ellas hasta hoy por vía aérea.
Los cultivos agrícolas de las planicies de la costa sur y del Atlántico han quedado convertidos en playas por las inundaciones causadas por el desbordamiento de los ríos.
Según Colom, "la mitad de la costa sur fue destruida" por "Agatha".
Grandes extensiones de cultivos agrícolas, de plantas ornamentales y criaderos de camarones, entre otros, se han perdido por las severas inundaciones, lo que ha provocado que se disparen los precios de estos productos en los mercados de la capital.
Tres días después del paso de la tormenta, los guatemaltecos lloran a sus muertos, claman por ayuda humanitaria y viven con angustia y temor debido a que las autoridades han pronosticado que el invierno de 2010, que apenas comienza, será el más lluvioso de los últimos años.
Hasta ahora, el saldo trágico de "Agatha" en Guatemala es de 152 muertos, cien desaparecidos y 87 heridos, según los organismos de rescate, mientras que en Honduras la cifra de víctimas mortales asciende a 17 y en El Salvador a otras diez.
En Guatemala también hay 42.286 damnificados, 124.835 personas evacuadas, 64.383 refugiadas en albergues y 21.927 viviendas dañadas por el fenómeno natural.EFE
El presidente Álvaro Colom calificó hoy la situación en Guatemala como una "tragedia humana, social y económica" y llamó a la solidaridad nacional para iniciar la etapa de reconstrucción.
Los guatemaltecos ni siquiera se reponían del susto y la tragedia que provocó el pasado jueves la violenta erupción del volcán Pacaya, ubicado 50 kilómetros al sur de la capital, cuando "Agatha" se ensañó con esta nación centroamericana el pasado fin de semana.
El Pacaya causó la muerte de dos personas, entre ellos un periodista, destruyó al menos 100 viviendas, causó daños a otras 700, dejó unos 2.000 damnificados y cubrió con miles de toneladas de arena y ceniza volcánica un radio de 100 kilómetros a la redonda.
Tras el paso devastador de "Agatha", la primera tormenta de la temporada 2010, el panorama social de Guatemala ha sufrido grandes transformaciones.
En un sector del norte de la capital, las torrenciales lluvias causaron la apertura de un cráter de unos 20 metros de diámetro por 60 de profundidad en plena calle, que se tragó una vivienda de tres plantas en la que funcionaba una fábrica de ropa.
La zona ha sido declarada como de "alto riesgo" por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que ha evacuado del lugar a unos 300 habitantes, mientras que otras residencias están a punto de colapsar.
Decenas de laderas de colonias ubicadas en áreas periféricas del norte y sur la capital también se desmoronaron anegadas por el agua de lluvia y dejaron, bajo terraplenes, árboles y piedras, decenas de humildes viviendas habitadas en su mayoría por obreros y desempleados.
El caso de Gilberto Ramírez, de 24 años, es vivo reflejo de la tragedia: apenas hacía 15 días que se había trasladado a un asentamiento en el norte de la capital, donde rentaba una humilde casa junto a su esposa María Magdalena, de 20 años, y su hijo Ángel, de 2, cuando un alud de tierra se llevó la vivienda y su familia murió soterrada. Él quedó con las dos piernas fracturadas.
Lo mismo le ocurrió a la indígena kakchiquel Macaria González, de 73 años, quien perdió a once familiares cuando la furia de la tormenta provocó un deslizamiento que arrastró y soterró varias viviendas en la comunidad de Santa Apolonia, en el departamento de Chimaltenango, 110 kilómetros al oeste de la capital.
"Me quedé sola. Toda mi familia se murió", se lamentó González, quien se salvó de morir con sus parientes por no encontrase en su vivienda en el momento de la tragedia.
Hundimientos, deslizamientos de cerros y peñascos también causaron estragos en las carreteras, lo que ha derivado en millonarias pérdidas al comercio por no poder trasladarse los productos a puertos, aeropuertos o centros de distribución.
Según la evaluación preliminar del Ministerio de Comunicaciones, hay decenas de comunidades aisladas por haber colapsado totalmente al menos 18 puentes, sin que las autoridades hayan podido llegar a ellas hasta hoy por vía aérea.
Los cultivos agrícolas de las planicies de la costa sur y del Atlántico han quedado convertidos en playas por las inundaciones causadas por el desbordamiento de los ríos.
Según Colom, "la mitad de la costa sur fue destruida" por "Agatha".
Grandes extensiones de cultivos agrícolas, de plantas ornamentales y criaderos de camarones, entre otros, se han perdido por las severas inundaciones, lo que ha provocado que se disparen los precios de estos productos en los mercados de la capital.
Tres días después del paso de la tormenta, los guatemaltecos lloran a sus muertos, claman por ayuda humanitaria y viven con angustia y temor debido a que las autoridades han pronosticado que el invierno de 2010, que apenas comienza, será el más lluvioso de los últimos años.
Hasta ahora, el saldo trágico de "Agatha" en Guatemala es de 152 muertos, cien desaparecidos y 87 heridos, según los organismos de rescate, mientras que en Honduras la cifra de víctimas mortales asciende a 17 y en El Salvador a otras diez.
En Guatemala también hay 42.286 damnificados, 124.835 personas evacuadas, 64.383 refugiadas en albergues y 21.927 viviendas dañadas por el fenómeno natural.EFE
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