Colombia, 7 Dic (NBG).- Los cuerpos de socorro recuperaron 23 cuerpos de las 130 personas que pudieron quedar sepultadas bajo un alud de tierra que cayó el domingo recién pasado sobre un sector del municipio colombiano de Bello (noroeste), originado por las intensas lluvias que azotan al país.
"Tenemos 23 cuerpos rescatados, pero los miembros de los organismos de socorro continuarán trabajando continuamente, sin pausa, para tratar de hallar otras víctimas", dijo este lunes a la AFP Jorge Humberto Salazar, vocero de la gobernación del departamento de Antioquia, donde se localiza Bello.
Siete personas lograron ser rescatadas con vida en las horas siguientes a la avalancha. Sin embargo, "son más de 100 las desaparecidas", dijo el ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas, durante una visita a la zona.
Salazar agregó que las operaciones sólo serán interrumpidas si se reanudan las lluvias debido al peligro de nuevos deslizamientos.
El funcionario también indicó que el martes se realizará un sepelio colectivo de las víctimas ya identificadas, porque sus cuerpos presentan descomposición y la morgue desbordó su capacidad.
Según Oscar Pérez, alcalde de Bello, cercano a la ciudad de Medellín, capital de Antioquia (400 km al noroeste de Bogotá), el deslave sepultó entre 35 y 40 viviendas.
"Fue por la saturación de agua, según han indicado los geólogos", puntualizó Pérez.
La recuperación de los primeros cadáveres se produjo tras una ardua búsqueda que se inició luego de la avalancha de lodo, tierra, árboles y piedras, hacia las dos de la tarde del domingo (19H00 GMT).
"Se trabaja manualmente. Estamos aún en las primeras 48 horas, el periodo en el cual todos los esfuerzos se encaminan a salvar vidas", declaró a la AFP César Urueña, subdirector operativo de socorro de la Cruz Roja.
Al respecto, Pérez señaló que en la búsqueda de los cuerpos participan unos 300 socorristas con perros entrenados. El municipio fue declarado este lunes "zona de calamidad" para facilitar la atención de la tragedia.
"La declaratoria de calamidad es para la zona y le va a permitir a las autoridades tomar medidas administrativas", explicó el ministro del Interior luego de una reunión con los titulares de Defensa y Vivienda y las autoridades locales.
La tragedia también dejó sin techo a decenas de personas, que pasaron la noche a la intemperie, cubiertas con mantas, mientras que otras se refugiaron en un albergue provisional en un salón comunal del barrio, ante el temor de que se presenten nuevos deslizamientos de tierra, comprobó un fotógrafo de AFP.
La avalancha habría sido de unos 50.000 m3 de tierra, según el director del organismo regional de prevención y atención de emergencias, John Freddy Rendón.
Medellín, la segunda ciudad de Colombia, está enclavada en un valle, y sobre sus montañas se levantan cientos de barriadas populares de construcción precaria, muy vulnerables a los efectos del clima.
Colombia sufre este año las peores lluvias de las últimas décadas, más intensas debido al fenómeno de la Niña, caracterizado por una disminución anómala de la temperatura de ciertos sectores del océano Pacifico, como otros países de la región.
En América Central ya se han reportado unos 400 muertos a causa de lluvias y huracanes, con 263 sólo en Guatemala. En México han sido más de 130.
Según estadísticas oficiales, hasta antes de la tragedia de Bello habían muerto en Colombia desde principios de año 176 personas debido a las intemperies, de las cuales más de 70 desde finales octubre cuando se recrudecieron las precipitaciones en el país.
El gobierno, que ha lanzado desde noviembre varios llamados a la ayuda internacional, estudia declarar un estado de excepción para poder obtener recursos de ayuda a los afectados.
El presidente Juan Manuel Santos, quien se encontraba en Nueva York, llegará en la madrugada del martes a Medellín y en la mañana encabezará un consejo de Gobierno con las autoridades de la ciudad, para posteriormente inspeccionar la zona de la tragedia.
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