Guatemala, 26 de mayo (NBG).- La costa sur del país será azotada por un potente disturbio metereológico que permanecerá al menos el jueves y viernes, ante lo cual se activó una alerta naranja poblacional e institucional, informó el Insivumeh y la Conred.
El ingreso de ese fenómeno generará oleaje y fuertes vientos; la lluvia que podría caer podría generar inundaciones, deslizamientos de tierra, y crecidas de ríos y hasta desbordamientos.
César George, analista del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), dijo que la antesala de ese disturbio produjo lluvia por encima de lo normal para este mes en Mazatenango, Suchitepéquez; Champerico, Retalhuleu; la costa de San Marcos y Puerto San José, Escuintla.
La meseta central es la segunda región que recibirá el embate del mal tiempo, con nublados y lluvia fuerte y moderada.
Hasta esta antes del medio día de este miércoles se había reportado el desbordamiento del río Itán, que afectó una comunidad entre Cuyotenango y el parcelamiento La Máquina, Suchitepéquez.
El río Motagua tiene un aumento de caudal por arriba del nivel de alerta en Gualán, Zacapa, y el río La Paz, en la frontera con El Salvador, también ha crecido pero aún no es de alarma.
El invierno ha dejado al menos nueve personas fallecidas entre la capital, San Marcos y Chiquimula, así como daños en 160 casas.
Los cuerpos de bomberos se declaran en alerta naranja institucional.
César George, analista del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), dijo que la antesala de ese disturbio produjo lluvia por encima de lo normal para este mes en Mazatenango, Suchitepéquez; Champerico, Retalhuleu; la costa de San Marcos y Puerto San José, Escuintla.
Hasta esta antes del medio día de este miércoles se había reportado el desbordamiento del río Itán, que afectó una comunidad entre Cuyotenango y el parcelamiento La Máquina, Suchitepéquez.
El río Motagua tiene un aumento de caudal por arriba del nivel de alerta en Gualán, Zacapa, y el río La Paz, en la frontera con El Salvador, también ha crecido pero aún no es de alarma.
El invierno ha dejado al menos nueve personas fallecidas entre la capital, San Marcos y Chiquimula, así como daños en 160 casas.
Los cuerpos de bomberos se declaran en alerta naranja institucional.
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