Puerto Príncipe — Los haitianos batallan frenéticamente hoy para salvar a los heridos y buscar sobrevivientes tras el devastador terremoto del martes, convirtiendo camionetas en ambulancias y puertas en camillas, mientras la ayuda de todo el mundo comenzaba a llegar.
Funcionarios haitianos dijeron que miles de personas, tal vez más de 100 mil, habrían muerto por el sismo de 7 grados en la escala de Richter que sacudió ese país.
La Cruz Roja estima que hasta tres millones de personas, un tercio de la población nacional, habrían sido afectadas por el terremoto y que llevaría uno o dos días tener una idea clara de los daños sufridos, según el vocero Paul Conneally.
Empieza a fluir ayuda
Aviones con equipos de socorro procedentes de China, Francia y España aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe, trayendo equipos de búsqueda y rescate con de perros entrenados, así como médicos, alimentos, medicinas y otras provisiones.
Algunas organizaciones, como las del gobierno cubano y Médicos Sin Fronteras, usaron personal que ya estaba en el país para ofrecer ayuda inmediata tras el terremoto.
Además aterrizaron tres aviones franceses con ayuda y un hospital móvil. Un equipo británico de socorro llegó a la vecina República Dominicana.
Estados Unidos y otros países dijeron que estaban enviando alimentos, suministros médicos y perros especialmente entrenados para asistir al país más pobre del Hemisferio Occidental, donde de acuerdo con estimados de la Cruz Roja internacional tres millones de personas — una tercera parte de la población — pudiera necesitar ayuda de emergencia.
En las calles de la capital, sobrevivientes acampaban en medio de montones de bienes rescatados, incluyendo comida sacada de entre los escombros.
“Esto es mucho peor que un huracán”, dijo Jimitre Coquillon, un asistente médico que trabajaba en un centro improvisado de ayuda en el estacionamiento de un hotel. “No hay agua, no hay nada. La gente se va a morir de sed”.
El grupo de ayuda Médicos Sin Fronteras atendía a los heridos en dos hospitales que soportaron el terremoto y estableció clínicas en tiendas de campaña en otras partes de la capital para remplazar sus destruidas instalaciones. Cuba, que ya tenía a centenares de médicos en el país, atendía a heridos en tiendas de campaña.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió rescate a gran escala y ayuda humanitaria que incluye equipos de emergencia militares y civiles.
Se preveía que el portaaviones estadounidense Carl Vinson arribará a la costa haitiana hoy y la Armada indicó que se había ordenado que la nave anfibia de ataque Bataan partiera lo más pronto posible, con dos mil efectivos.
La ayuda mundial cobró más impulso el jueves, cuando arribó a la vecina República Dominicana un vuelo británico con un equipo gubernamental de análisis y 71 especialistas en rescate junto con equipo pesado. Un equipo de 72 miembros del Departamento de Bomberos del Condado de Los Angeles salió para Haití el miércoles.
Naciones Unidas liberó US$10 millones de sus fondos de emergencia, aún cuando fuerzas de esta organización en Haití trataban de lidiar con sus propias pérdidas.
Comunicación no funciona
Mientras tanto, llamada tras llamada de las víctimas del sismo a los servicios de emergencia simplemente no lograban pasar porque el sistema que enlaza las diferentes redes de teléfono no está funcionando, informó un empleado de un servicio de telecomunicaciones.
David Goldfarb, un ingeniero de la firma Alcatel-Lucent, dijo que la empresa había logrado restablecer comunicación a través de la Internet y otros medios, pero indicó que las llamadas de emergencia que se han intentado tan a menudo no han logrado llegar a su destino.
Goldfarb explicó que cuando las personas intentan llamar desde sus teléfonos celulares necesitan una red de comunicación. El despacho de emergencia o la estación de policía con el que se intentan comunicar podría estar en otra red, y las líneas que conectan a esas redes o “troncales” en muchas partes del país no funcionan, por ello las llamadas no enlazan, agregó.
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