El director del Hospital, Guy Laroche, explicó que "no puede ni contar el número de heridos" que el hospital recibió desde el martes, a los que no puede atender por carecer de agua potable, electricidad, gasolina para las ambulancias, cirujanos para los numerosos casos de fracturas y estabilizadores, por no hablar de los medicamentos o de los alimentos para los enfermos.
Pero una de las necesidades más acuciantes es la de retirar los 2.000 cadáveres que se han ido acumulando en la morgue, los pasillos y el patio del hospital desde que este martes un terremoto de 7 grados Richter devastó la capital haitiana.
El otro gran centro médico de la capital, el Hospital de la Paz de Delmas 33, funciona gracias al trabajo de una brigada cubana ante la ausencia de sus responsables.
La médica Sara Salas enumeró a Efe su propia lista de necesidades: anestesia, suero, yeso y material de ortopedia, todo ello para poder amputar o estabilizar fracturas.
Salas reconoció que los heridos siguen muriendo en los hospitales, principalmente los que necesitan amputaciones, porque es imposible practicarlas al carecer del mínimo material apropiado.
Funcionarios del ministerio de Sanidad mantienen contacto con ambos hospitales para informarse de la situación, pero no han podido aportar nada de ayuda, reconoce Laroche, dado el virtual derrumbe de todo el aparato gubernamental.
"Pero la ayuda internacional no ha llegado en absoluto desde el día del terremoto", se lamenta.
Entre 45.000 y 50.000 personas pueden haber muerto a causa del terremoto y hay tres millones de damnificados, incluyendo heridos y personas sin hogar, según cálculos de la Cruz Roja local. EFE
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