MINA SAN JOSE, Chile, 12 Octubre (NBG).— El rescate de 33 mineros en Chile debe iniciarse a las 8 de la noche de este martes (23H00 GMT), 68 días después del accidente que los soterró, en medio de la ansiedad de los familiares y de los propios hombres, culminando un megaoperativo sin antecedentes en el mundo.
"Está dentro de la planificación (...) que el plazo podría achicarse. Eso ha ocurrido y podemos decir con bastante certeza que hoy a las 20 horas inicia el rescate", dijo a la AFP Carlos Vilches, un diputado de la región de Atacama -donde se encuentra la mina San José- que sigue muy de cerca las operaciones de rescate.
Eso significaría un adelanto de cuatro horas con respecto a lo anunciado por el gobierno el lunes.
Ansiosos por el desenlace del rescate, muchos familiares no pudieron dormir en la noche del lunes al martes.
Yésica Yáñez, que espera al minero Esteban Rojas, reconoció que "anoche no pude dormir por la ansiedad" en su carpa del campamento Esperanza, un pueblo que creció a la espera de estos "33 héroes" de la mina San José, 800 km al norte de Santiago, donde los mineros quedaron atrapados tras un derrumbe el 5 de agosto.
"Yo lo espero ansiosa, nunca habíamos estado tanto tiempo separados", cuenta Cristina Núñez, esposa del minero Claudio Yáñez, resumiendo un sentimiento generalizado.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el de Bolivia, Evo Morales, anunciaron que esperarán junto a los familiares de los mineros, 32 chilenos y un boliviano, el inicio del rescate. Los medios locales señalan que llegarán a la mina hacia las 18H00 (21H00 GMT).
El ministro de minería chileno, Laurence Golborne, estará a cargo del rescate que durará un día y medio, en el cual los mineros serán izados uno a uno en una cápsula de 4 metros de alto y 450 kilos de peso, dotada de oxígeno, equipo de comunicación y arneses de alta tecnología que miden los signos vitales de cada uno de los mineros.
La cápsula avanzará a una velocidad de 1 metro por segundo (velocidad que equivale a la de una caminata lenta) a través de un ducto de 622 metros de largo y 66 centímetros de diámetro, cavado por una perforadora durante más de un mes.
El ascenso mismo durará unos 15 minutos, y el tiempo estimado de salida entre minero y minero será de una hora.
Jean Romagnoli, uno de los médicos encargados del rescate, dijo que los 33 están en buenas condiciones para el largo ascenso.
Para la operación se decidió que primero saldrán los más hábiles, luego los más débiles y finalmente los más fuertes.
A la mujer de Mario Gómez, con 63 años el mayor de los mineros atrapados, le tiene sin cuidado el orden de salida.
"Lo que quiero es que salga", dijo Liliana Ramírez a la AFP.
Los nervios están a flor de piel, aunque cada nueva noticia hace creer más y más en un resultado exitoso.
El lunes se hicieron las pruebas con la cápsula, que subió y bajó varias veces con total éxito.
A pesar de eso el ingeniero jefe André Sougarret señala que "siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical", por "la caída de rocas y que alguna de las cápsulas se atasque".
Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, considera que el mayor peligro es un ataque de pánico durante el ascenso.
"Esto se puede producir porque subirán en un vehículo que se desplaza por roca viva y cuyo flujo no es simétrico, además soportando vapor de agua con una temperatura de 30 grados", dice.
Cada minero que vaya saliendo será recibido por médicos que darán asistencia en una carpa en la boca del ducto. Recién después pasarán a módulos especiales, donde podrán reunirse con dos o tres familiares.
Desde allí serán llevados en helicóptero a una base militar (en un trayecto de unos 12 minutos) en Copiapó, a 45 km de allí, y luego recorrerán unos 300 metros a un hospital estatal de la ciudad.
Copiapó se prepara para la fiesta de bienvenida, como testimonian varios carteles.
En el poblado de precarias viviendas llamado Villa Esperanza, donde vive el más joven del grupo de mineros, Jimmy Sánchez, de 19 años, hay carteles por todas partes: "Fuerza Jimmy. Tus amigos y familiares te esperan".
Su familia prepara una fiesta en una cancha de básquet en la que el arco reza: "Wena, wena, Jimmy welcome".
Los 33 mineros agradecieron la cobertura que los medios han hecho pero pidieron "paciencia" a los periodistas.
Los mineros "tienen mucha fuerza, mucho coraje y muchas cosas que contar, pero que primero les permitan disfrutar de sus familias, y les permitan tener largos abrazos con sus esposas, hijos y nietos", transmitió Alejandro Pino, quien impartió clases de oratoria a los trabajadores para enfrentar la prensa.
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