Guatemala, 11 de marzo (NBG).- Los recientes sismos en distintas partes del mundo han hecho que los cuerpos de socorro se involucren cada vez más en qué hacer en caso de un terremoto. Los Bomberos Voluntarios reanudaron la ronda de supervisar algunos edificios públicos y privados de la ciudad para asesorar los planes de contingencia. Manifiestan que la mayor deficiencia se resume en pocas salidas de evacuación.
Durante el año han capacitado sobre cómo reaccionar frente a una emergencia a 30 grupos de diferentes edificios. Cinco de ellos ya cuentan con un plan de contingencia, asegura Raúl Girón, instructor de Seguridad y Prevención de los Bomberos Voluntarios.
La ubicación de rutas de evacuación, áreas seguras y en peligro, cableado eléctrico y vallas peligrosas son parte de la asesoría que los socorristas dan. “Tenemos profesionales que verifican la infraestructura del lugar y examina si la construcción puede catalogarse como de riesgo. El equipo responde al llamado de las personas”, agrega.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) también asesoran sobre cómo establecer rutas de evacuación, que debe contener un botiquín. Ellos sólo capacitan sobre qué hacer después de ocurrida una tragedia, indica David de León, portavoz.
Sin salida
En Guatemala los edificios de más de tres o cuatro niveles están construidos con normativas europeas, americanas o sudamericanas, dice Omar Rodas, vicepresidente del Colegio de Ingenieros. Sin embargo, el mayor problema no está en los cimientos, sino en las rutas de evacuación.
Lo ideal es que se cuente con un elevador, gradas dentro y fuera del edificio. Así será fácil abandonar el edificio. Es conveniente no descuidar estas estructuras ya que se pican, los tornillos se caen y podría complicar las cosas, indica.
El Reglamento de Construcción de la ciudad establece que cualquier modificación, construcción, ampliación o reparación queda bajo la responsabilidad del arquitecto o ingeniero que firme los planos. La Comuna deberá intervenir si encuentra una construcción que represente riesgos.
Teresa Marroquín, de la Secretaría de Reducción de Desastres de la Cruz Roja, menciona que es necesario mantener los planes de emergencia todo el tiempo y no sólo cuando se esté en el desastre. Pero la preocupación se define en que todos piden ser capacitados, pero no dan seguimiento a las sugerencias.
Fuente: El Periódico.
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