miércoles, 3 de marzo de 2010

Bomberos relata el difícil rescate en edificio de 15 pisos en Concepción



Santiago, 3 de Marzo (NBG).- La tarea era difícil: encontrar la mayor cantidad de sobrevivientes de un colapsado edificio de 15 pisos en Concepción, en un plazo de 24 horas. Esa labor quedó en manos del jefe de Tareas de Bomberos de Puerto Montt, Eduardo Pacheco, quien de inmediato se dedicó a dicha tarea una vez aterrizado el avión que lo llevó a la zona junto con su equipo de 32 rescatistas, convirtiéndose en el primer contingente de emergencia que llegó a prestar ayuda.
Pacheco llegó al edificio a las 23 horas del sábado. Dice que "cuando llegamos nos dimos cuenta de que la realidad era totalmente diferente a lo que uno podía percibir por televisión o por radio", y agrega que era "una ciudad bastante caótica y con falta de comunicación".
A metros del edificio, convocó a sus hombres y realizó una evaluación previa de la situación. Desconocía la cantidad de personas que había adentro y sólo gracias a la ayuda del conserje y algunos propietarios que sobrevivieron a la tragedia, pudo hacer un catastro parcial de la construcción. Se hablaba de un 60% de ocupación al momento de desplomarse, con cerca de 160 personas atrapadas en su interior.
De acuerdo con el procedimiento, ordenó a los voluntarios realizar una "triangulación de silencio" (realizaron seis en total), que consiste en parar los equipos y llamar a viva a voz a través de las grietas para detectar alguna señal de vida: "Cuando llegamos, todavía se escuchaban voces, pero muy levemente", afirma.
Ese escenario de a poco fue cambiando, debido a las sucesivas réplicas que se registraron en el lugar. Según Pacheco, cada 20 minutos se presentaba una, obligando al equipo a retirarse del perímetro y reevaluar la zona.
Esa situación y el hecho de no contar con suficiente combustible y agua, fueron apagando las posibilidades de encontrar a alguien con vida. Situación que ayer se complicó aún más con los saqueos que no hacían posible obtener agua de los supermercados, y el pánico colectivo que reinaba en las calles de Concepción. "Ver al país derrumbado en un par de segundos es catastrófico. Ver a la gente corriendo y los saqueos es bastante violento", agrega.
Además, señala que deben lididar con la presión constante de los familiares de las víctimas, que intentaban apresurar las labores de rescate.
Sin embargo, Pacheco indica que el trabajo continuó durante 16 horas sin parar, pudiendo rescatar a un total de 24 personas con vida y a nueve fallecidos de entre los escombros. Por lo menos hasta las 17 horas de ayer. "Es la primera vez que me toca vivir una experiencia con un edificio de esta forma de colapso. Se hundió en el subterráneo y se fragmentó en la mitad antes de caer".
Con seis turnos diarios, donde 12 bomberos alternaban su trabajo, el equipo de levantamiento pesado y tronsadoras (para cortar cemento) fue abriéndose paso entre los escombros. Pacheco y sus hombres comenzaron a realizar boquetes en el exterior del edificio para poder acceder a los distintos pisos e intentar visualizar a las víctimas. "La gran mayoría está deshidratada, con poca ropa y llenos de polvo", dice.
Ayer, a las 16 horas uno de sus hombres vivió una fuerte escena. Ricardo Pérez encontró a una señora y su hijo de ocho meses abrazados, sin vida, en una habitación. "Su esposo alcanzó a escapar de un décimo piso y me comprometí a rescatarlos", dice Pérez. Luego de 16 horas de espera le entregaron los cuerpos.


Fuente: www.latercera.com


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