viernes, 26 de marzo de 2010

Simulacros muestran falta de coordinación en Hospital General

Guatemala, 26 de marzo (NBG).- Cuando el reloj marcó ayer las 7.50 horas, el personal del Hospital San Juan de Dios comenzó a movilizarse como si tuviera que atender en forma simultánea una situación imprevista por un ficticio terremoto, una amenaza de bomba y a las 150 víctimas del choque entre dos autobuses.
 Pacientes que llegaron a Consulta Externa  fueron evacuados ayer.<br /> Un bombero sofoca  un incendio ficticio que podría ocurrir en el <br />Hospital San Juan de Dios.
Los socorristas lanzas agua a un incendio simulado.


Los tres simulacros se efectuaron en el momento de mayor afluencia de pacientes, lo cual evidenció problemas de coordinación y comunicación interna para cubrir tragedias de gran magnitud.
En el caso del accidente ficticio, según la previsión, tenían que darse abasto para dar atención a 23 personas en estado crítico, 34 con lesiones leves, retirar a 16 muertos y dar de alta al resto.
Se pretendía determinar la reacción del personal médico y paramédico, que normalmente tiene capacidad para atender a entre 40 y 70 pacientes.
En cuanto al terremoto y la amenaza de bomba, el objetivo era evaluar la capacidad para evacuar al personal y a todos los enfermos. Sin originar pánico, médicos y paramédicos invitaban a los pacientes a salir del nosocomio.
En 15 minutos, unos mil 300 pacientes de consulta externa se vieron de pronto en la calle, debido a la evacuación generalizada.
Los cuerpos de socorro lograron sofocar brotes fingidos de incendios en el edificio.
Conclusiones
Estos simulacros simultáneos permitieron concluir en que el ingreso de ambulancias se dificulta por los automóviles estacionados en las cercanías del hospital. La evacuación también fue difícil por las ventas informales situadas en los accesos.
Otra debilidad detectada fue la falta de comunicación interna y con el resto de instituciones involucradas en la atención de desastres, refirió Edwin Bravo, médico y coordinador del Comité de Gestión de Riesgo.
“En caso de que la tragedia fuera real, tronamos. Por ello se requiere mantener una constante comunicación y planes de riesgo, para reducir los desastres”, afirmó. 
El simulacro no fue avalado por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).PL-NBG

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