NUEVA YORK (NBG)- Un tiroteo en una escuela primaria de Connecticut, en el noreste de Estados Unidos, dejó este viernes "varios muertos", incluyendo estudiantes, dijo la policía, que además indicó que el tirador yacía muerto dentro del edificio.
"Hubo varios muertos en la escena, tanto estudiantes como personal (de la escuela)", dijo el portavoz de la Policía estatal, teniente Paul Vance. "El tirador está muerto dentro del edificio", agregó.
Según la cadena CBS News, al menos 27 personas, incluidos 18 niños, fallecieron durante el tiroteo. La cadena CNN, por su parte, hablaba de unos 20 muertos, incluidos al menos 10 niños.
El suceso tuvo lugar el viernes por la mañana en la escuela Sandy Hook, en Newtown, una ciudad de 27 mil habitantes, situada a 128 km de distancia de Nueva York. A la escuela asisten unos 600 niños y niñas de 5 a 12 años, según un canal local.
La policía local fue alertada del tiroteo poco después de las 9:30 horas locales, dijo Vance. La institución pidió inmediatamente la ayuda de la policía estatal, que también se hizo presente en las instalaciones.
"Nuestro objetivo principal era evacuar lo más rápido y eficientemente posible a todos los estudiantes y al personal de la institución. La escuela entera fue registrada", agregó.
Todas las escuelas de las inmediaciones fueron cerradas, informó la cadena NBC. En el sitio de internet de escuelas públicas del distrito de Newtown, un mensaje informa que "las guarderías para después de la escuela fueron anuladas por hoy".
Los tiroteos en lugares públicos son frecuentes en Estados Unidos, y en general terminan únicamente cuando el tirador es herido o se suicida.
El martes, un hombre con un rifle semiautomático irrumpió en un centro comercial en Oregon, causando la muerte de dos personas antes de suicidarse.
El incidente más notorio de los últimos meses tuvo lugar en julio, cuando un joven de 24 años mató a 14 personas e hirió a otras 58 durante el estreno de la última película de Batman en un cine en Colorado.
El mes pasado, un hombre fue condenado a cadena perpetua por haber matado a seis personas en Tucson, Arizona en enero de 2011, durante un ataque que tenía como objetivo a la legisladora Gabrielle Giffords, quien fue baleada en la cabeza pero logró sobrevivir.
Pese a las tragedias, no hay un apoyo unánime en Estados Unidos para endurecer la legislación relativa a la tenencia de armas, porque muchos estadounidenses se oponen a las restricciones de lo que consideran un derecho constitucional.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado del tiroteo y está monitoreando la situación, informó la Casa Blanca.
Consultado sobre si el incidente acelerará el debate sobre el control de las armas en la agenda de Obama, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, respondió: "No creo que hoy sea ese día" para discutir la cuestión.
"Creo que es importante en un día como hoy ver las cosas así, como sé que lo hace el presidente como padre, y yo como padre, y otras personas que son padres, que es sintiendo una enorme compasión por las familias afectadas", aseguró Carney.
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