domingo, 23 de agosto de 2009

Un bombero voluntario alemán con gran corazón







Guatemala, 23 de agosto (NBG).-Armin Barth Müller, de origen Alemán, tiene 66 años de vida, de los cuales ha dedicado 35 al servicio de la Compañía 11 del Cuerpo Voluntario de Bomberos (CVB), en Retalhuleu. Su labor altruista a favor de la comunidad lo ha hecho acreedor de varios reconocimientos.

La estación que ayudó a construir y equipar ha sido fundamental para salvar vidas en accidentes, sobre todo en carreteras que comunican a Retalhuleu con otros departamentos, y a apagar incendios en esa ciudad y en fincas de la región.

Don Armin, el bombero alemán —como se le conoce en Retalhuleu—, es considerado un ejemplo de vida para la sociedad retalteca. Desde que comenzó su colaboración con el CVB, en 1974, cosechó éxitos en beneficio de la institución, según Aurora Marroquín, esposa de Barth.

Su iniciativa y perseverancia lo llevaron a diseñar la primera motobomba de la estación local, la cual puso en funcionamiento en 1978.

Gestionó la donación de tres unidades móviles y quijadas de la vida, y ayudó a la construcción de la estación central de ese departamento.

“Lo primero que hice cuando me incorporé al CVB fue prohibir la limosna y buscar otras formas de obtener ingresos para la institución”, recordó don Armin.

Además de sus gestiones es reconocido por sus servicios como rotario, la fundación del dispensario antituberculoso e impulsar el “semillero de bomberos”, que consiste en motivar a niños y jóvenes a involucrarse en ese trabajo.

“Es una gran persona, que ha servido de ejemplo para muchos niños”, expresó María del Rosario Solórzano, bombera voluntaria.

Su hija Diana Barth comentó que, en la medianoche de Navidad y el Año Nuevo, su papá compartía con los bomberos en la estación, “comiendo pavo y tamales”.
Sus orígenes

Nació en Bad Homburg, Hessen, Alemania, en 1942. Cuando tenía 8 años, por asuntos de trabajo su padre decidió trasladarse con su madre y hermanos a Venezuela, en donde pasó su niñez y aprendió español.

Durante su juventud ingresó en la Marina Mercante Venezolana, pero al poco tiempo se mudó a un barco alemán.

Fue así como, en uno de sus recorridos marítimos, llegó a Guatemala, y un inconveniente con sus papeles personales hizo que, por azares del destino, conociera a la que un día sería su esposa, Aurora Marroquín.

Al partir, el marinero alemán mantuvo comunicación, por correo, con la joven guatemalteca. Meses después, las familias coincidieron en EE. UU., en donde se hicieron novios y después se casaron.

Ya con una familia formada, nuevos asuntos de trabajo motivaron que Barth Müller se mudara de país, esta vez, con su esposa e hijos.

En 1972 se asentaron en Retalhuleu, lugar de origen de Marroquín, en donde don Armin aplicó sus conocimientos de mecánica industrial y puso su propio taller.

“Me gustó más el ambiente de aquí que el de EE. UU.; en esos años, por la guerra, había mucho racismo”, explicó.

Por su taller mantuvo relación con los bomberos, quienes un día le propusieron optar al cargo de director de la compañía. “Sin imaginarlo resulté electo, y desde ese entonces he colaborado”, afirmó.

El 15 de agosto último, don Armin fue nombrado director vitalicio de CVB de Retalhuleu, por su trayectoria.

Ahora padece cáncer en la glándula parótida, “pero sus ganas de vivir son fuertes”, expresó su hija.
Fuente:Prensa Libre

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