martes, 1 de septiembre de 2009

Grupo de mujeres lidera el Cuerpo de Bomberos de Cumaral, Meta

( Colombia ) Poco a poco la voluntad de servicio moldeada en el Cuerpo de Bomberos de Cumaral copó el vacío que le dejó a Nelly Roa Barreto la muerte de su esposo.

Dedicada a culminar la crianza de sus cinco hijos, esta mujer terminó por ser la primera comandante del único organismo de socorro del municipio, al que ingresó en 1997.

"No aspiraba a ser bombero. Mientras era secretaria empecé a leer sobre lo que hacían y me llamó la atención darme cuenta que era un medio importante para servirle a la comunidad", dijo Nelly Roa, ahora comandante del organismo bomberil.

Desde apagar incendios, correr por salvarle la vida a una persona lesionada, rescatar damnificados por las frecuentes inundaciones que provoca en el pueblo el río Guacavía hasta redactar oficios, cartas y memorandos hacen parte de la rutina de esta mujer 'de mangueras tomar'.

A pesar de que cuando estaban más pequeños sus hijos no alcanzaban a entender por qué hasta en época de Navidad tenía que salir de la casa a atender alguna emergencia, ahora dos de ellos también son bomberos.

Su única hija mujer le siguió los pasos y su hijo mayor Wilmer Yamid es cabo en el Cuerpo de Bomberos de Puerto López.

Y tal parece que podría ser una tradición familiar. La nieta de apenas diez meses de nacida, Nerieth Alejandra Gutiérrez, sonríe feliz mientras la visten con el uniforme del Cuerpo de Bomberos, confeccionado a su medida.

La 'goma' de la subteniente Nelly Roa por el servicio bomberil se le contagió a otras mujeres de Cumaral.

Además de ser el primer Cuerpo de Bomberos del Meta comandado por una mujer -el segundo es Puerto López en donde hace dos meses nombraron a la subteniente Lucía Agudelo-, es el único que cuenta con la mitad de sus integrantes mujeres.

María Omaira León es una de ellas. Y cuenta que su vida dio un giro de 180 grados desde hace cinco años, cuando ingresó al Cuerpo de Bomberos.

De ser una mujer tímida y ruda en su hablar y en la manera de tratar a la gente, ahora se reconoce como una persona amable y capaz de abordar a otros.

Ella, al igual que Lida María Ramírez, de 18 años, aspirante a convertirse en bombero, están convencidas de que se trata de "un servicio a la gente", convicción que con firmeza dijo tener Daryl Hana, de 12 años, una de las integrantes de la brigada juvenil, al decir que eso de ser bombero "le sale a uno del alma".

"Ellas son el equilibrio"

Trabajar bajo el mando de una mujer y con cuatro
compañeras más es visto como una ventaja por los hombres del Cuerpo de Bomberos de Cumaral.

Por lo menos así lo piensa Luis Pérez, quien con 11 años en la organización dice que muchas veces "ellas son más sensatas, son las que lo calman a uno y le dicen si algo está mal".

Por eso, luego de reflexionar un momento admite que "ellas son el equilibrio" en medio del trabajo.

Fuente: www.eltiempo.com

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