viernes, 2 de octubre de 2009

Se prohíbe bocinar en la Antigua Guatemala







Antigua Guatemala. Ayer no fue un día normal en la ciudad colonial, pues entró en vigor la disposición municipal de prohibir el uso de bocinas y silbatos en el centro histórico, con el fin de evitar la contaminación auditiva.





Solamente los bomberos municipales, voluntarios y la policía nacional de tránsito pueden utilizar la sirena para atender emergencias en el casco urbano.





Desde tempranas horas los vecinos y pilotos comentaban acerca de la nueva medida, pues quien la infrinja deberá pagar una multa de Q200.





Eventualmente uno que otro piloto tocó su claxon, pues se les olvidó la prohibición. Sin embargo, la Policía Municipal de Tránsito (PMT) no sancionó a nadie.





“A quienes violaron la disposición les dimos una multa preventiva, que no tiene costo pero es para concienciar a los automovilistas sobre esta prohibición”, contó un agente.





La medida se adoptó debido a que muchos conductores, en especial los del transporte colectivo, abusaban de las bocinas y eso molestaba a los pobladores y otros conductores.





Byron Soto, presidente de la Cámara de Comercio de Sacatepéquez, calificó de complicada la disposición del ayuntamiento, pues si bien hay conductores que abusan de las bocinas,
los pilotos de vehículos livianos quedan imposibilitados para alertar a peatones que desprevenidamente cruzan las calles.





Alfredo Flores, un jubilado que vive en el barrio Santa Lucía, aseguró que la prohibición es acertada, porque los choferes
de autobuses comenzaban a tocar las bocinas a las 4 horas.





Recordó que en múltiples ocasiones les pidió a los conductores que no lo hicieran, pero estos le respondían con improperios.





Transportistas





Byron Gómez, presidente de la Asociación de Transportes Urbanos de Antigua Guatemala, aseguró que los miembros de la
gremial de transportes apoyan la restricción y que no saben de algún conductor que haya sido sancionado.





La PMT también dejó de usar gorgoritos para dirigir el tránsito y en su lugar solo utiliza señales en las que se leen las
palabras “Alto” o “Siga”, según sea el caso.





El alcalde Adolfo Vivar aseguró que los cláxones y sonidos estridentes generan estrés. “Hay casos de emergencia en donde
no se puede aplicar con toda rigidez el reglamento, como cuando un anciano o persona en estado de ebriedad atraviesa la
calle y cuando un niño corre tras una pelota”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario