Naciones Unidas (NBG).- La Asamblea General de la ONU celebrará entre los días 19 y 20 de septiembre en Nueva York una reunión de alto nivel dedicada a las enfermedades no transmisibles. Según la cifra de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los 'cuatro asesinos' —cáncer, enfermedades cardiovasculares, trastornos respiratorios crónicos y diabetes— son responsables del 63% de los fallecimientos en todo el mundo, lo que equivale a 36 millones de muertes por año.
Según acentúa la OMS, un cuarto de estas muertes, 9 millones, son prematuras, es decir, entre personas menores de 60 años de edad, lo que causa daños socioeconómicos muy serios. Los más afectadas son los países en vías de desarrollo: aquí se dan 9 de cada 10 fallecimientos prematuros a causa de las enfermedades no transmisibles.
El trastorno más devastador de los cuatro son las enfermedades cardiovasculares. Se cobran unos 17,3 millones de vidas anualmente y este número tiende a crecer. Especialistas de Acción para la Prevención de las Apoplejías (Action for Stroke Prevention), un grupo internacional de expertos en salud, advierten que una de las zonas más amenazadas desde este punto de vista es América Latina.
Las apoplejías provocan en la región entre el 23% y el 41% de los fallecimientos por enfermedades no transmisibles, dependiendo del país. Se estima que ocho de cada 1.000 personas mayores de 35 años de edad han sufrido un 'ataque' cardiovascular. Los médicos calculan que si la tendencia general no cambia, para el año 2014 el número de muertes a causa de apoplejías se triplicará.
Subrayan que las consecuencias serán devastadoras. Se trata no solo de perder la vida. El trastorno suele producir discapacidades muy graves, lo que implica una calidad de vida y un potencial laboral muy empeorados, tanto del propio paciente como de los que le rodean. En consecuencia, la 'epidemia afecta al sistema sanitario de un país y también reduce la población activa.
Al mismo tiempo, los expertos acentúan que las apoplejías relacionadas con la fibrilación auricular (el ritmo cardíaco anormal sostenido), una de las mayores causas de ataques cardiovasculares, son evitables mediante un "mejor control de la enfermedad", "métodos para el diagnóstico temprano" y "la evaluación del riesgo de apoplejía".
Los especialistas insisten en que para prevenir una crisis de salud pública se necesita la acción coordinada urgente de los gobiernos nacionales, las sociedades médicas y las organizaciones de pacientes que garantice el intercambio de las mejores prácticas entre diferentes países de América Latina.
En cuanto a los otros tres 'asesinos' —cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes—, a nivel mundial se cobran el 21%, el 12% y el 3% de las vidas, respectivamente, por trastornos no transmisibles. En América Latina el índice promedio de fallecimientos por cáncer es el mismo, aunque hay países como Bolivia y Haití donde es mucho más bajo: un 8% y un 6%, respectivamente.
La tasa de muertes por enfermedades pulmonares es más baja: la más alta, en Argentina, es un 10% y en Uruguay, un 7%. Pero en la mayoría de los estados no suele superar el 4%. En cuanto a la diabetes, el índice de mortalidad varía entre el 2% y el 8%, a excepción de México que sufre una situación muy amenazante: la enfermedad se cobra el 13% de todos los fallecimientos por trastornos no transmisibles.
RT NOTICIAS Y NBG
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