SANTIAGO (NBG). Los siete bomberos que murieron en un incendio forestal ocurrido en la región de la Araucanía, al sur de Chile, eran velados este sábado en medio del dolor de sus familiares, mientras que otros dos brigadistas que resultaron heridos fueron trasladados a Santiago.
Los cuerpos fueron entregados a sus familiares desde el Servicio Médico Legal de la ciudad de Temuco (700 km al sur de Santiago), donde habían sido llevados tras ser encontrados cerca de la comuna de Carahue, donde los bomberos extinguían un incendio que amenazaba el predio de la Forestal Mininco.
Los familiares velaban este sábado a los bomberos, algunos de ellos padres de familia y con años de experiencia en combatir incendios, como era el caso de Marcelo de La Vega, de 34 años, jefe de la brigada conformada por 10 personas y quien también trabajó en Portugal en la extinción de siniestros.
“Ojalá que con esto exista más protección, porque este trabajo es muy difícil y muy arriesgado, sobre todo para los que tienen familia”, dijo visiblemente afectada Mariana Contreras, esposa del bombero fallecido, a medios locales.
Tres de las víctimas no sobrepasaban los 20 años. Uno de ellos, Cristián Freire, de 18 años, trabajaba como bombero para ahorrar dinero y poder estudiar en la universidad.
“Como era de una familia de escasos recursos, quería trabajar para costearse sus estudios”, relató con tristeza Juan Freire, tío del joven, citado por el diario La Tercera.
Los siete bomberos serán enterrados en distintas localidades en la regiones de la Araucanía y del Biobío (sur), según confirmó uno de los familiares a un periodista de la AFP.
Las siete víctimas se unen a otros dos fallecidos en un incendio en la región del Biobío, próxima a la Araucanía, donde un hombre de 75 años fue encontrado muerto en su casa el lunes pasado, mientras que los restos carbonizados de Romualdo Urrea, de 69 años, fueron hallados este sábado en una zanja tras haber desaparecido el domingo.
En tanto, el gobierno decretó este sábado duelo en las regiones de la Araucanía y del Biobío, por la muerte de los siete brigadistas, lo cual supone suspender las actividades de las instituciones públicas y el izado de banderas a media asta.
El duelo “coincidirá con el día en que se realicen los funerales de las víctimas. Pretendemos dar cuenta del dolor, no sólo nuestro sino que del pueblo entero”, dijo el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, en conferencia de prensa.
Otros dos brigadistas, Gonzalo Contreras y Julio Marín, quienes resultaron con quemaduras de distinta gravedad, fueron trasladados este sábado a Santiago, donde son atendidos en el hospital del Trabajador.
“Contreras posee el 25% de la superficie de su cuerpo quemada, lo que representa una gravedad relevante”, mientras que Marín presenta “un 6% de su cuerpo quemado y sufre además un trauma por estrés”, dijo el jefe de la Unidad de Quemados del Hospital del Trabajador, Ricardo Roa.
Los dos heridos permanecerán internados por dos meses, añadió el médico.
Héctor Herrera fue el único ileso del grupo de 10 brigadistas que combatió las llamas del incendio en Carahue, que según informó este sábado la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) , ha sido “técnicamente controlado”, pero donde aún se encuentran unos 160 brigadistas para evitar que el fuego se expanda.
El gobierno sospecha de que este incendio fue causado con “intencional criminal”, por lo cual presentó una querella invocando la aplicación de una severa ley antiterrorista para quienes resulten responsables del incendio.
Las primeras sospechas apuntan a un grupo radical mapuche, la mayor etnia indígena chilena, que reclama en la zona donde se produjo el incendio la propiedad de los terrenos argumentando derechos ancestrales, versión que ha sido rechazada por dirigentes mapuche.
“Se trata de una tremenda irresponsabilidad apuntar el dedo de forma inmediata a los mapuches cuando pasa algo”, dijo el dirigente mapuche Mijael Carbone, citado por el diario La Tercera.
Los incendios de la Araucanía y del Biobío, sumados a otros en la región del Maule y en el parque natural Torres del Paine, han arrasado con más de 51.000 hectáreas.
“Tenemos ocho incendios activos, de los cuales cuatro son de mayor envergadura, dos en Biobío y otros dos en Araucanía”, dijo el vocero de gobierno, Andrés Chadwick, en conferencia de prensa.
Países como Argentina, Brasil y Uruguay han enviado brigadistas a Chile para ayudar en el control de los incendios.
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